La rabadilla.

Me da en el borde de la rabadilla que vamos a tener un otoño calentito. Con el nuevo nombramiento de nuestro queridísimo amigo cómo Consejero de transportes para la Comunidad de Madrid, D. Ángel Garrido. Yo mismo, en este blog, he escrito varias veces sobre él y también de las asociaciones del taxi y su mal hacer en las reuniones que mantuvieron en su día. Espero que nuestros dirigentes hayan escarmentado, que se olviden de huelgas y que realmente se pongan a negociar que es lo que deben hacer.

Hay que hacerle entender al gobierno de nuestra Comunidad que nosotros nos sentimos muy bien estando cómo estamos. Regulados, ordenados e intervenidos en cualquier propuesta que queramos hacer por nuestros entes municipales o comunitarios. Que realmente lo que tienen que hacer es aplicar ese mismo tipo de normativas a las VTC’s, que no tienen ninguna. Es decir, imponerles alguna exigencia como las que a nosotros nos tienen impuestas, cartilla de taxista, seguros con 50 millones de euros de responsabilidad civil hacia el pasajero, Libranzas. Regulación horaria. Una identificación de los vehículos que sea efectiva, controlarles la habitualidad, su procedencia y un largo etc. que deberían de estar cumpliendo desde el primer día.

Nosotros también deberíamos de ceder en algo. Por ejemplo y es mi respetable opinión, quizás el ratio 1/30 para ciudades cómo Madrid esté obsoleto. A lo mejor un 1/25 o un 1/20 a día de hoy sería más correcto. Dando un poco el brazo a torcer quizás conseguiríamos algo.

Huelga? No por favor. Yo no estoy dispuesto. Trabajaré aunque la convoquen. En el peor de los casos, deberíamos hacer lo que los chalecos amarillos franceses. Todos los fines de semana, los que libren el sábado y el domingo los que libren ir a liarla por toda la ciudad. Adquirir un firme compromiso de lucha por nuestra parte pero sin dejar de prestar servicio.

Mientras tanto los presidentes de las asociaciones un día y otro, y otro más, cómo ya dije en otra entrada de este blog, acampados en la sala de juntas de la Comunidad de Madrid. Batiéndose el cobre cómo nunca han hecho en pos de conseguir algo, pero esta vez si, sin levantarse de la mesa de trabajo con el señor Garrido.

Por favor, trabajen ustedes cómo Dios manda que nosotros, el taxista de a pie ya lo está haciendo. Repito. Por favor.

Un saludo de quien os escribe.

Francisco Mateo.

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