El espantapájaros.

Todos sabemos el qué es y para qué sirve. Su mismo nombre autodefine su función. Las formas son muy variadas, pero básicamente imitan la figura del hombre y la variedad está en que hagan ruido, que les acoplen cd’s o cualquier cosa que pueda generar movimiento para que su labor sea más efectiva. Pero por lo general son figuras, elementos pasivos que están ahí y que damos por hecho que cumplen su labor.

Si hiciéramos un símil, una especie de regla de tres, en este caso sería a cuatro, en que la relación espantapájaros a pájaros se pudiera igualar cual ecuación de primer grado con políticos a votantes, tendríamos últimamente un claro ejemplo de esta igualdad.

Sería el de Ángel Garrido versus votantes taxistas. El señor Garrido, cómo buen espantapájaros, está en medio del sembrao, quieto, parao, observando si viene algún pájaro (votante taxista) para ahuyentarle de la zona para que se vaya a otra, a votar a otro partido.

De los taxistas se dice muchas cosas, unas buenas, otras malas, otras ciertas, algunas falsas. Estamos capacitados para acoger, para hacer nuestro cualquier calificativo. Una de ellas es la de que «somos de derechas». Ojo, no nos equivoquemos, ser de derechas, votar derecha no es ser facha, franquista ni nada similar. Sería una deducción errónea. Muchos de ellos votan, votamos derecha porque creemos que esta,  es la que mejor maneja la economía, a nuestro favor, el del ciudadano y últimamente sobre todo a favor de ellos, visto lo visto con todos los casos de corrupción habidos y por haber.

El PP, partido popular y Ángel Garrido en nombre de ellos nos ha abandonado, no ha querido echarnos una mano y lejos de defendernos lo único que ha hecho es NO regular absolutamente nada a las vtc’s. Esto señor Garrido se acaba pagando. No es que no le vayamos a votar unos 20.000 taxistas que a lo mejor hubieran votado, digo a lo mejor, al PP. Es que son 20.000 familias enteras, más amigos y conocidos que hayan sabido escucharnos y entendernos los que han dejado de votarles.

Claro, que usted se iba, y cómo decía aquel «para lo que me queda de estar en este convento…» Pero mire por dónde si algún taxista pensaba votar a Ciudadanos, partido a mi modo de ver algo más moderado pero también con intenciones de liberar el transporte, repito, si algún taxista pensaba votar a este partido, pues ha llegado mi buen espantapájaros y cumpliendo su labor a ahuyentado hacia otro partido al taxista votante. Otra buena cantidad de votos, muchos votos que se van huyendo a otro sembrao, más para la izquierda que parece ser que dice que quiere ayudarnos. Ya veremos a ver.

El PP ha caído estrepitosamente en las generales. Es la primera vez que su feudo, Madrid, se lo arrebata otro partido. No digo que los únicos responsables de este desaguisado seamos los taxistas, no, pero si hemos sido una parte muy importante que ha ayudado a esa hecatombe. La primera parte del partido la hemos ganado, señor Garrido. Estamos empezando a prepararnos para la segunda parte. No va a haber prorroga. Es a partido único. Cómo taxistas votantes que somos vamos a arrimarnos al ascua que mejor nos caliente. ¿Se da cuenta usted cómo hubieran cambiado, quizás, los resultados de unas elecciones, simplemente con que nos hubiera concedido algo de lo que necesariamente le pedimos en Enero y que usted nos negó de todas todas? Pues aplíquense el cuento el resto de partidos liberales porque esta batalla la ganaremos en las urnas.

Un saludo de quien os escribe.

Francisco Mateo