Carta a las asociaciones.

Cuando trabajando mi taxi algún cliente intenta demonizar al servicio del taxi, acusándonos de arcaicos y anticuados, esos clientes que creen que todavía vamos con el Faria en la boca, mi contestación es muy rápida y sincera.

Mire, en mi taxi no cabe más tecnología. Taxímetro, impresora, navegador XXL, cámara de vigilancia, cartel libre/ocupado electrónico, TPV, App de MyTaxi e internet en el móvil por si por mi poco conocimiento de la ciudad tengo que buscar algún destino desconocido. Coche ecológico, homologado por el Ayuntamiento, buen maletero, altas prestaciones, climatizador bizona, ABS, ASR y un largo etcétera. Pegatinas y díptico tarifario, aviso de zona video vigilada y de American Express. Tarifas en Braille para invidentes. Revistas para su entretenimiento, caramelitos para el niño y la niña. Buen trato. Conducción exquisita por la mejor ruta y siempre abierto a sugerencias. Buen nivel cultural y capacidad de mantener una buena conversación. Amabilidad. Buena presencia y en breve, uniformidad. En lo que no saquen el Taxi Compresa, es decir, el que tiene «alitas» no hay más que exigir. También les digo que evidentemente tenemos un lobby y somos especuladores natos con nuestras licencias, y que la inmensa mayoría somos unos ladrones.

Cuando el cliente acaba entendiendo mi ironía ya es tarde, me paga y se va, pero se va pensando en toda la razón que llevo. A mí no me hace falta desacreditar a las «Cuquis» ya las desacredita el cliente que se acaba de bajar cuando compara el servicio prestado por mí y el que le han dado en esos otros medios de transporte. Con coches de lujo, precios ostensiblemente mas caros, conductores con trajes y con pleno conocimiento de la ciudad y exquisitos en su conducción. Servicios interurbanos pre contratados. Espero que vayas captando la ironía.

Eso si. Sí nosotros no estamos anticuados, creo que las asociaciones sí y mucho. Sus protocolos de actuación en situaciones cómo la huelga vivida hace un par de meses se están mostrando inoperantes e improductivos. No pueden estar 15720 taxis de Madrid parados, acampados, pasándolas putas para que mientras tanto, estos directivos de asociaciones diversas, se levanten de la mesa sin esperar a ver que nos ofrecen o les echen un órdago al presidente de la comunidad. «Todo o nada» parece ser que les dijeron al presidente y este los advirtió. «Os vais a quedar sin nada» cómo así fue. Los órdagos para el mus. Como en otra publicación dije, yo no me hubiera levantado, al contrario, me hubiera quedado acampado en la sala de juntas si hubiera sido necesario.

Pero hablando de modernidades, les propongo una a las asociaciones. Todas ellas pagan a sus propios abogados. Variedad de opiniones en cada asociación y por consiguiente de cada abogado o bufete de ellos. Creo que sería conveniente que entre todas ellas, las asociaciones, contrataran a un solo abogado o bufete y que le erigieran cómo único interlocutor válido ante las administraciones. Un abogado que aparte de conocer el medio por el que nos movemos, tuviera agilidad mental, buena presencia, buena dicción y don de gentes. Y que fuera él y solo él, el  que se encargara de hacerle cosquillas a nuestros políticos y con unas peticiones claras y consensuadas por todas las asociaciones.  Asociaciones, vaya poniéndose manos a la obra.

Por otro lado, he echado de menos a las distintas emisoras y app’s del sector salir unidas a la palestra, diciendo en prensa o en radio que aunque por naturaleza son enemigas entre ellas están unidas para buscar lo mejor para nuestros clientes. Nadie es capaz de contarles a nuestro clientes que tras una revisión al alza de nuestras tarifas después de varios años congeladas, la subida a sido mínima. Nadie sabe decir que han desaparecido los suplementos de estaciones y aeropuertos. Hacerles saber que desde Arturo Soria al aeropuerto sólo cuesta poco más de 10 euros. No saben contarles que hasta que no se sale del Apc no se cambia a tarifa interurbana. No les explican que emisoras cómo MyTaxi llevan alrededor de dos años por delante de las aplicaciones de las «Cuquis» y un montón de años más en toda Europa con 150.000 coches, mucho antes que ellos. No sabemos contarles que emitimos facturas, unas emisoras y otras, instantáneas, mensuales. Y avisarles que no hace falta ser un rastrero ni hacer servilismo para prestar un buen servicio al usuario. Pues no. Parece que no sabemos. Que somos tontos.

¿Sabéis lo que pienso?  Que el cliente llevaba razón. Estamos muy anticuados.

Un saludo de quien os escribe.

Francisco Mateo.

Deja un comentario