Communication Breakdown by Led Zeppelin

¡Qué tiempos aquellos en los que me hartaba de pegar brincos escuchando este bestial temazo de rock duro donde los haya! Hoy, ni los huesos, ni los músculos, ni la edad me lo permiten. Tampoco el ser autónomo, hasta andar es un deporte de riesgo.

Pero hoy quisiera hablar sobre el solsticio de invierno. Por estas épocas todo el mundo que entra en mi taxi me saluda con alguna de estas frases; Qué tenga usted buen solsticio de invierno. Que tenga buena entrada y salida del solsticio de invierno. Feliz y prospero solsticio de invierno nuevo. No sigo. A todos vosotros os pasará igual. El solsticio de invierno nos trae cenas de empresa, reuniones con familiares para ponernos hasta las trancas de comer y beber. Las uvas de la suerte. Los regalos el día de la Epifanía. Y las rebajas después del día de la Epifanía.

No soy creyente, pero estas fechas, toda la vida de Dios han sido, son y serán las Navidades. El solsticio de invierno no genera todo lo que antes he detallado, no, lo generan las Navidades y su espíritu navideño, y los Reyes Magos y su cabalgata, por cierto ¿con qué nos sorprenderá este año?, y El Corte Inglés, y los villancicos. Algo se me escapa, seguro, pero que se me escape a mi tiene un pase, pero que esto le ocurra a Lady Yaya (Alcaldesa Carmena por Madrid) y a todo su equipo municipal no tiene pase. En la iluminación municipal de las calles de Madrid no he visto ni un solo motivo navideño. Ninguno. Claro, no todos los ciudadanos son cristianos apostólicos romanos, claro que no, pero tampoco todos los ciudadanos somos gays y ponen una bandera arco iris en la fachada del Palacio de Cibeles, ni todos somos refugiados y ponen la pancarta correspondiente, ni todos somos maltratadores machistas y también colocan el cartel correspondiente. No le de apuro señora Carmena, cambie por unos días, ponga en la fachada de Centro Centro «Feliz Navidad» a la vez que le recuerdo que las dependencias municipales están en la parte trasera de nuestro precioso Palacio de Cibeles. Que eso no es el ayuntamiento, su ayuntamiento, no, eso es de todos y para todos, que sus dependencias empiezan a partir del Patio de Cristal, donde, que curioso, siempre se había puesto un maravilloso Belén homenajeando a la Navidad y al nacimiento de Jesús. Que tiempos.

Ahora, también, a nuestra Yaya le ha dado por innovar. Parodiando al tema de los Zeppelin, «rompiendo las comunicaciones». Calle Atocha cortada para darle movilidad a los peatones. Calle Mayor cortada para darle movilidad a los peatones. Gran Vía cortada para darle movilidad a los peatones. Y además, días como el de hoy, domingo, Paseo del Prado desde Atocha hasta Cibeles cortado para darle movilidad a los peatones. Seguro que también ha habido algún que otro corte de tráfico por alguna carrera de pseudo atletas o de ciclistas en pelotas reclamando yo que se que coño.

Lady Yaya, no todos somos peatones. Esta ciudad, Madrid, es la capital del Reino, de España, y por ende, existe un trasiego de personas, de madrileños, de visitantes, de gentes de negocios, que necesitan moverse y no precisamente andando. No todos son peatones. Necesitan moverse en los tiempos y márgenes establecidos, cruzarse Madrid en veinte minutos, llegar a una reunión, a una firma o a una cita con el novio. Necesitan moverse con agilidad. Pero usted y con esas medidas absurdas de cortes de tráfico para que cuatro personas mal contadas paseen por el asfalto a una velocidad de crucero muy por encima de a la que circulan los coches que están a su alrededor, y con todas las zonas adyacentes totalmente colapsadas está consiguiendo esa Ruptura de Comunicaciones. Los experimentos con gaseosa, señora Carmena. Al final, Esperanza Aguirre va a llevar razón. Es usted una cochófoba. Probablemente le cundiría más si estuviera en su casa, en el distrito de Ciudad Lineal, jajaja, Parque de Conde Orgáz para ser más exacto haciendo bizcochos para sus nietos, o administrando sus nuevos bienes inmuebles que para eludir los embargos de un ERE en la empresa de su marido, este ha puesto a su nombre. No sean cínicos. Los que no tenemos empresas para hacer un ERE, los que no tenemos bienes para cambiar la posesión de los mismos, todos esos, que no somos todos, necesitamos movernos.

Feliz Solsticio de Invierno.

Un saludo de quien os escribe.

Francisco Mateo

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